2013/08/13

Sigo siendo fotógrafo

Estas fueron las palabras que el fotorreportero Giles Duley susurró a su hermana mientras yacía postrado en una cama de hospital después de que una mina le amputara las dos piernas y el brazo izquierdo en Kabul.

Historias de superación, de esas que ennoblecen al ser humano, hay muchas. Desde el bombero que pone en riesgo su vida para salvar a una familia hasta la gente que hace frente a la vida con una discapacidad severa y que, aún así, logra su objetivo, como podría ser el caso del fotógrafo ciego Evgen Bavcar, o Kevin Connolly, que nació sin piernas. 


Pero creo que pocos han demostrado los arrestos de Giles Duley para volver al lugar al que cambio tu vida, en este caso concreto, a Kabul, para acabar el trabajo por el que fue contratado. Merece la pena leer el reportaje que sobre este fotorreportero publica el dominical XLSemanal del grupo Vocento escrito por el propio Duley. Una cascada de emociones en las que se mezcla el miedo, la valentía, el arrojo y la denuncia y que posiblemente os creará un nudo en la garganta, cuando no alguna lágrima furtiva que os dificulte la lectura de esta historia.


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