Objetivos fotográficos de segunda mano: ¿en qué tienes que fijarte?

¿Cuántos de vosotros tenéis objetivos de segunda mano? Teniendo en cuenta los tiempos que corren y lo caro que resulta la afición fotográfica, probablemente muchos hayáis asentido afirmativamente con la cabeza a la primera pregunta. Pero, ¿cómo os asegurasteis de estar haciendo una buena compra? Aquí van algunos consejos.

Photo Credit: wwarby via Compfight cc

Hace unos días publicaron un interesante artículo en la web DIY Photography sobre este particular. A lo largo del mismo, señalan algunos aspectos a tener en cuenta a la hora de comprar un objetivos fotográfico de segunda mano:

• Reputación del vendedor: no vale con saber todo en relación al objetivo objeto de deseo. Tienes que tener también referencias sobre la persona que intenta venderte la lente. En el caso de una compra a través de Ebay, fíjate, por ejemplo, en la valoración del vendedor. Compara también el precio ofertado con otros anuncios, así como con objetivos nuevos. Intenta en la medida de lo posible hacer transacciones locales con gente de tu entorno para poder examinar el objetivo antes de comprarlo. En un artículo publicado en Wikihow señalan también que resulta interesante preguntar por la política de devoluciones, así como el sistema de envío en caso de compra no presencial. 

• Examen físico de la lente: tómate unos minutos para revisar el objetivo en busca de arañazos, golpes o evidentes signos de un uso inadecuado. ¿El zoom gira suavemente? ¿Los contactos están intactos y funcionan correctamente? ¿El filtro está en buen estado?. El estado exterior de una lente suele ser indicativo del cuidado que el propietario ha puesto en su uso y conservación. Comprueba la parte frontal del objetivo, examinándola en un lugar bien iluminado desde diferentes ángulos para ver si tiene arañazos u otras imperfecciones. Puede que en caso de haberlas no afecten a la calidad de la imagen, pero son sin duda un factor a tener en cuenta en la negociación del precio final. Verifica el correcto estado del otro extremo de la lente. Recuerda que es el punto de conexión entre el objetivo y la cámara y cualquier defecto puede significar problemas. 

• Comprueba que la lente esté libre de hongos y moho, especialmente si es una lente que ha estado en climas particularmente húmedos. En sus fases primarias se asemejan a puntos de agua, pudiendo verse en estados avanzados como telas de araña. Si observas elementos de este tipo en la lente objeto de compra, ni se te ocurra probarlo en tu cámara, ya que puede resultar contagiada. 

• Prueba el objetivo. Si has cambiado objetivos en tu cámara anteriormente, enseguida te darás cuenta si la lente encaja correctamente. Realiza varios disparos con diferentes aperturas, incrementándolas poco a poco, cambiando entre enfoque manual y automático. Pon atención a posibles ruidos extraños. Dispara hacia objetivos oscuros y claros. ¿Suena el bien el autofocus? ¿Se oye algún tipo de traqueteo en el interior?

• Revisa las imágenes. Si es posible, llévate un ordenador para descargarlas y observarlas detenidamente. No te fíes del visor de la cámara.

Para los coleccionistas de cámaras, tened en cuenta que cuando una lente lleva mucho tiempo sin usarse, el aceite especial que se usa en las hojas del diafragma para que se muevan suavemente puede hacer que se peguen las hojas. Suele ser visible a medida que se ajusta el anillo, pero también se puede comprobar mediante el botón de profundidad de campo que suelen tener muchos objetivos. 

En definitiva, compra con los ojos abiertos. Si eres metódico en tu proceso de compra, no hay razón para que no incorpores a tu equipamiento objetivos de segunda mano.

Vía DIY Photography y Wikihow