2013/11/11

El poder de la imagen según National Geographic

Después de unas semanas mermada desde el punto de vista informático y toda vez recuperado el flujo de trabajo, vuelvo con un artículo sobre el último número de National Geographic dedicado al mundo de la fotografía que, si no habéis tenido oportunidad de leer, os recomiendo que lo hagáis.

Muchos de los que tenemos por hobby o profesión la fotografía hemos soñado alguna vez con emular a los fotógrafos de la National. En mi caso, no voy negarlo, las imágenes publicadas por esta revista durante todos los años que llevo leyéndola (desde que salió la edición en español) han contribuido a mi afición por la fotografía. Aunque he ido ampliando horizontes y añadiendo o modificando referentes fotográficos, aún sigo disfrutando con las imágenes que suele publicar esta veterana revista. Esta evolución me ha permitido descubrir que el trabajo de los fotógrafos de la National también tiene su cara amarga y que toda su labor no está preñada de romanticismo, aventura y descubrimiento, como bien pone de relieve el número de este mes de noviembre. 

Portada National Geographic España
noviembre 2013. Fotografía de Steve McCurry




Arrestos, interrogatorios, enfermedades de todo tipo, meses de trabajo alejado de los tuyos, pasando frío, bajo la lluvia o un sol extremo, aeropuerto arriba y abajo, excesos de equipaje, etc. Todo estas circunstancias se van desgranando en los diferentes artículos, como es el caso de Marcus Bleasdale, que a través de sus fotos nos descubre esa guerra olvidada que se libra en el centro de África (en los últimos días se está apuntando desde los medios de comunicación sobre la existencia de algunas posibilidades para solucionar el conflicto) y que tiene como principal motivo el oro y los distintos metales que subyacen en el territorio congoleño. Por sus páginas desfilan los diferentes actores: caciques locales, niños soldado, trabajadores en condiciones de absoluta exclavitud, gobiernos corruptos y comerciantes, tanto de allí como de aquí sin ningún tipo de escrúpulo. Como colofón, el texto de Jeffrey Gettleman, que pone voz a imágenes que no requieren ningún tipo de explicación.







Una vez más se demuestra la capacidad que tiene la fotografía para denunciar la situación en el mundo. Ha llovido bastante desde aquellas primeras imágenes de principios del siglo XX en las Lewis Hine ponía de relieve las condiciones de trabajo de los miles de niños que por aquel entonces trabajaban en las fábricas o en las minas. Un siglo después es nuevamente otro fotógrafo el que nos muestra los cimientos sobre los que se asienta gran parte de la sociedad de los países más desarrollados. 

Fotografía de Marcus Bleasdale del reportaje "Minerales de conflicto". National Geographic noviembre 2013
Luego nos preguntaremos qué empuja a estas gentes a cruzar medio continente y plantarse en nuestras doradas playas cuando estamos despatarrados tomando el sol, pero bueno, ese es otro tema... La próxima vez que encendamos nuestros tablets o hablemos con nuestros smartphones de última generación, quizás deberíamos pensar de dónde vienen los minerales que posibilitan su funcionamiento.

Por seguir revisando este número especial de National Geographic, otro artículo que personalmente me ha llamado también la atención es el referente a Corea del Norte, con imágenes de David Guttenfelder y texto de Tim Sullivan. Guttenfelder es uno de los pocos fotógrafos que cuenta con cierta libertad del régimen norcoreano para sacar fotografías, si bien sus incursiones en el país asiático están sumamente controladas y cuenta con personas asignadas por el gobierno que además de servir de intérpretes, vigilan sus movimientos. No obstante, este fotógrafo cuenta que aprovecha cualquier oportunidad que se le presenta para intentar captar cómo es realmente la vida en Corea del Norte y para eso se sirve de los medios de transporte públicos. A veces un viaje en tren o autobús puede deparar alguna que otra sorpresa y alguna que otra imagen inesperada.

En definitiva, un número de esos que conviene guardar para ojear de vez en cuando. Porque como dice Robert Draper, colaborador de la revista, "una fotografía magistral puede revolucionar nuestro mundo hasta el punto de que a partir de ese momento nunca lo veamos igual". 

Retrato prenupcial de Faiz, de 40 años, y Ghulam, de 11 años. Afganistán, 2006. Fotografía de Stephanie Sinclair. National Geographic noviembre 2013


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